Pergamino

 

Allá, por el 2003, cuando trabajaba en un locutorio (empleo pastoreador, si los hay) colaboraba con una página de futbol que seguía el Torneo Argentino A y B. Los domingos escuchando 3 partidos en simultáneo, era enfermante en el locutorio. Pongamolse: Talleres (Perico)-Gimnasia y Tiro (Salta), Aldosivi-CAJUU (San Luis) y Deportivo Maipú (Mza.)-Guaymallén (Mza.). La gente me preguntaba que escuchaba y me miraban azorados.
En el reducido de esa temporada se iban a enfrentar Douglas Haigh(Pergamino)-Aldosivi. El dueño de la página era hincha del fogonero y un colaborador también, entonces nos organizamos para ir a Pergamino a ver el partido de ida.
Nos encontramos en Palermo y salimos ráudos hacia esa linda ciudad. No la conocía y me gustó. Llegamos, dejamos al dueño de la página en no recuerdo dónde y de ahí nos fuimos a la casa del dueño del auto, donde piqué algo en la casa de los padres. Y acá viene otra parte de la historia del por qué también fui para allá. Pero supongo que alguno se imaginará...
El pastoreo locutoril(?) hacía que ayude a la página ya mencionada y al libro de visitas entraban muchos hinchas y terminé teniendo buena onda con unas hinchas de Douglas. Me contaban sus historias, yo las mía y así. Que nos veríamos un día allá o que yo les haría conocer Bs. As., etc...Ete aquí, que empecé a tener más onda con una de ellas (es lo que creía) pero estaba enamorada de un jugador del club, no podía sacarselo de la cabeza, porque además iba a bailar y se lo cruzaba siempre.
Entonces aproveché la oportunidad de ir a Pergamino para conocer a las chicas y sobre todo a ella. Hable por tel. con una de ellas, que vivía cerca de los padres del dueño del auto (no recuerdo el nombre del barrio pero era un barrio obrero, de monoblocks y casas humildes) y me dijeron: "no, que es peligroso, etc...". Ella se ofendió un poco porque escuchó los comentarios de ellos pero le dije que iba para su casa. Llegué a la casa, me dio un mate, llegaron las otras dos chicas. Con la dama en cuestión nos dimos un abrazo fuerte pero nada más. De ahí salimos a la cancha. Caminamos por la ciudad, hasta que llegamos al campo(!), monte y detrás de todo eso el estadio. Ahí me preguntan: "¿Qué hacés? ¿Doblás y te vas con los de Aldosivi o venís con nosotras?"  ¿Qué decidí? Usteden saben...
Entré a la tribuna local, haciendo que cantaba, mientras ellas alentaban, hasta que la muchacha en cuestión me abrazo y me dice "gracias por venir". Las otras dos dijeron: "bueno, nos vamos, que están regalando camisetas en aquel lado", sabiendo lo que se venía. Sin embargo cuando intenté darle un beso, me miró y la entendí: "seguís pensando en él" y ella me abrazó y me dijo: "gracias por entenderme". Terminó el partido, nos fuimos de nuevo a la casa de la primer chica, tomamos unos mates, llamé al dueño del auto. Me dijo: "pensé que te quedabas. Ya nos estábamos yendo". Me esperaron en la avenida principal y nos fuimos.
Lindo saldo pergaminense: no poder concretar con la chica, ver el partido en la tribuna local y encima perder 2-0.
Creo que no vuelvo más...

Fui en esta máquina

 

Tendría que haber estado acá

 Sin embargo, lo vi desde ahí. 

Drapie...

Molestia y chisme veloz

Nelly, la jefa de las Suricatas o Vieja Chota Mayor, ya se sabe que es una obsesiva del orden y de la limpieza. Cada tanto me agarra y me dice que no ensucie el pasillo que recién enceró. Enceró un día de lluvia y yo con la bici...

Ayer nomás, me agarró saliendo a trabajar y dijo: "...que tu entrada esta marcada, no arrastres los pies, etc..."  En síntesis: "Levitá".

Yo, que a pesar de hacer yoga, meditación, tomar Flores de Bach, ser floristo y demas cosas, a veces hay cosas que me exasperan como que me rompan antes de salir de casa. Y me hizo engranar(?), le dije: "...(casi) siempre es conmigo, las viejas chotas te vienen con el cuentito" "...siempre estan las viejas chotas para venirte con el cuento..." Y ella solo me dijo: "no te enojes, porque si me voy, el SUTERH va a cobrar un montón, se van al doble las expensas, etc..." a lo que le dije: "Bueno, ya estoy podrido de esto, al final voy a terminar vendiéndolo, para que no me rompan más...". Me dijo: "bueno, ya está, andá tranquilo, es solamente para que la presentación del edificio sea la mejor" Pensé: "¿vivo en el Sofitel o en un edificio en Sarandí?". Y se fue ¿a la iglesia? ¿a comprar? ¿a buscar el auto que se ganó en el Bingo con la plata de las expensas?.
Supuse que había quedado ahí la cosa, otra rotura más en estos 7 años pero no. Hoy salgo a trabajar y me engancha la Suricata Centinela con una pregunta increíble, que me hace dudar de Einstein porque dijo: "no hay nada mas rápido que la luz". Creo que se lo estoy por rebatir: "el chisme es más rápido que la luz". Me prguntó: "¿Asi que vos vendés?" Le dije: "Es la idea, pero por ahora no ¿querés comprar el mío?" Dijo: "Y sí, si el precio es bueno, puedo comprarlo", a lo que le dije: "bueno, después hablamos...". Es increíble, de una frase tirada al aire, se creó una historia. Ella tiene un departamento en el 2do piso pero como no puede subir las escaleras, terminó alquilando en Planta Baja y su idea es vender el suyo para comprar el mío.

Efectivamente, el chisme es más rápido que la luz. 

 Nelly y su arsenal de limpieza

 Estoy practicando la levitación

Se equivocó...

Angélica buscando una nueva madriguera

Me olvidé de algo...

Cuando vivía por los pagos de Moria Casán, pastoreaba a mansalva. Por lo tanto, cualquier miniactividad era bienvenida para salir de ese de letargo(?). Entonces muchas veces llevaba a mi hermana al jardín de infantes en bici y a veces la iba a buscar. Durate un tiempo no lo hice porque, la mamá de mi hermana la llevaba hasta que otra vez tenia actividades y tuve que tomar la posta. En una de esas veces, ella fue a llevarla y me pidió que la busque. Entonces, como buen pastoreador que calcula mal el tiempo con exactitud me puse a jugar al PC Futbol 2001 a las 12 del mediodía. Comí algo a las 13 y cuando volví a ver la hora eran las 17. Un detallito, mi hermana salía a las 16:30. Agarré la bici desesperado, fui volando hasta el jardín de infantes y no había nadie. Estaba mal, desesperado y con toda la angustia llamé a la esposa de mi papá. Luego de putearme lindo, me dijo que estaba en la casa de su maestra.

Claro, después de esto nunca más la llevé ni fui a buscarla.

El culpable de casi todos mis males...

Imágen del día

Pastoreando en el Solar de la Abadía

La lluvia y sus consecuencias(?)

En una de las últimas supertormentas porteñas se inundó el patio de mi edificio, donde estan los medidores de gas. Este patio está debajo del nivel del edificio a 30 cms.. O sea, llovió tanto que se acumularon 30 cms. de agua. Sabiendo que con la lluvia, el agua empezaría a salir al pasillo del edificio y arruinarle el encerado del piso a Nelly, salí para decirle a ella y a la Suricata Centinela de Angela si necesitaban ayuda. Recibí un "No, gracias, podemos solas". A los 10 minutos me tocan el timbre, era Nelly...Empecé a sacar baldes y baldes, pero el agua seguía en el mismo nivel, habre sacado como 30 baldes, me cansé y salí del edificio en búsqueda de un alambre o algo para destapar la salida, ya que de ahí sale a la calle. Al final, luego de empaparme, un vecino me dio una cinta para destapar. Le dí y le dí hasta que el agua se fue. La jefa(?) me dijo que me iba a recompensar por esto, pero le dije que es mi casa, que no hacía falta.
Al otro día se apareció con 1 docena de facturas en agradecimiento por lo hecho a la noche.

Las Viejas Chotas controlandome...

Mi paga

Tuve miedo pero acá estoy, escribiendo huevadas. O no tenían nada o tengo un super sistema inmunológico...

Me olvide de algo...

Resulta que en junio de 2011 tenia que ir a la embajada de Canadá para hacer los trámites de la visa y tuve que llenar muchos papeles. La cosa es que mi mamá vino especialmente desde Mar del Plata para también hacer el trámite. Nos encontramos en Retiro, repasamos en el bar todo lo que había que hacer hasta que me di cuenta de un detallito: ¡No había llevado del pasaporte!. Mi vieja, que de por sí le altera venir a Bs. As. y más para hacer trámites, me quería matar. Le dije a mi vieja: "No pasa nada, vemos que le invento". A lo que ella dijo: "No seas boludo, es lo que mas se necesita...". "Qué hacemos?" pensé y solo había una cosa: volver a Sarandí a buscar el pasaporte. No solo eso, sino que los papeles nunca los llené. El tema es que mi madre ya tenía todo calculado: como jubilados nos ponemos en la puerta 2 hora antes y despues de esto, nos encontraríamos con un amigo de mi hermano (que también iba para el otro lado del mundo) y luego de nuevo a Retiro a tomarse un micro para volver. También a mí se me complicaba porque a las 11 había quedado en ir a unos nuevos clientes de la florería.
La cara de mi madre viajando en el 33...Ni hablemos de mi esposa, a la que le había dicho que había llenado los papeles.
Al final salió todo lindo y nos fuimos a Canadá. Pero siempre me olvido de algo...




Plácidamente guardado en la mesita de luz...

Patoño

Uno puede pensar que un perro es lo más, que puede ser un hermano (y alguno cree que hasta puede ser un hijo) y que nada cambiaría por su mascota. A veces uno lo ama, pero otras lo odia y quiere pegarle una patada en el upite por molesto.
En este caso, mi papá encontró a Patoño (mi hermana le puso este nombre, cuando ella tenía 2 años) en una fría y lluviosa noche de invierno del 2000 en el Carrefour de Moreno. No suele hacer estas cosas pero se ve que lo agarró flojito y se lo llevó a casa.
Al principio, todo chiquito, con sarna y parásitos pero amable hasta el punto de miedoso. Una vez curado, su miedo era tan grande que no quería salir conmigo a buscar a mis amigos y si lo llevaba hasta allá temblaba al punto del llanto.
En ese verano, mi papá tuvo una oferta para trabajar la temporada en Mar del Plata y allá fuimos con Patoño incluído. Como no estaba mucho en casa, porque iba a la playa o porque mi vieja vivía cerca de ahí, no lo veía mucho y cuando lo encontraba, estaba en la puerta de la cosa o venía caminando desde el Bosque Peralta Ramos. Vi que había hecho buenas migas con algún perro pero la verdad se descubriría cuando volvimos a Ituzaingó. El verano lo transformó, de ser un perro asustadizo a un perro chumbador y buscarroña. Salía a la calle, chumbaba a cuanta bici pasaba, a cuanto auto andaba por ahí o peor, iba a comprar a 4 cuadras y había un dilema: despertaba a mi viejo por dejarlo atado o despertaba los vecinos porque peleaba desde el alambrado a los demás perros. A los ladridos puros. Y así le iba, cuando se escapaba volvía con algún agujero producto de una pelea. También lo pisaron autos por ladrarle a las ruedas y mi viejo diciendo "¡¿por qué te traje Patoño?!" y lo sacaba de quicio.
También me acompañaba a tomar el colectivo, esperaba que me suba y me mordia los garrones como queriendo que no me vaya. Me molestó tanto que un día me fui desde Parque Leloir hasta Morón (ida y vuelta) en bici con él para que se canse. Volvimos a casa, tomó agua y siguió chumbando bicis. No se cansaba nunca.
Hoy, con 12 años sigue molestando con la misma intensidad que cuando era jóven.


Patoño, el pastoreo hecho can.