Una vez en el avión, el pastoreo se sucedía uno tras otro, pero siempre eran argentinos lo implicados, asi que no me preocupé. Hasta que llegué a la escala en Panamá, una terminal chica pero con un pastoreo enorme, mucho pastoreo "paredón" y el avión a Canadá que salía en 30 minutos. Llegué con lo justo y el avión salió tarde porque tuvo que esperar a 8 argentinos (entre ellos yo).
Una vez en el aeropuerto de Toronto, ya no vi a los otros 4 argentos (porque los otros 3 eran mis hermanos y mi vieja) pero sí brasileros que pastoreaban a mansalva y armaban pastoreo paredón o parabrisas.
Luego, un par de días después fui a un shopping y me encontré con canadienses, musulmanes, hindúes y negros que pastoreaban tanto, o más, que los argentinos. Y así transcurrieron las dos semanas allá, entre el pastoreo ajeno y propio, dándome cuenta que en un país tan evolucionado como Canadá el pastoreo también arrecia.
También disfruté(?) el pastroreo en Panamá, ya que tuve 7 horas de espera. Tanto en el aeropuerto como en el shopping.
Y para finalizar toda esta aventura fui desde Ezeiza al centro en el 8. Una experiencia que debe ser vivida por cualquier persona que se jacte de pastorear.
En conclusión: El pastoreo es inherente a la condición humana.
pastoreo paredón o parabrisas
ResponderEliminarespero ansioso las definiciones de estos nuevos términos para incorporarlos a mi lingo cotidiano
Aca esta http://memoriasdelpastoreo.blogspot.com/2011/04/el-pastoreo.html
ResponderEliminarCasi casi la torre de la ciudad ese escarbadientes canadiense
ResponderEliminarYo pastoreo, tu pastoreas, él pastorea, nosotros pastoreamos, vosotros pastoreais, Javier Pastore.
ResponderEliminarCon respecto a la foto que ilustra la excelsa nota sobre pastoreo, sólo voy a agregar que no comen pasto, ésas comen trapo.
Magico!
ResponderEliminarlas definiciones de pastoreo parabrisas y pastoreo paredon son magicas
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